martes, 31 de julio de 2007

terremoto bailable

Bailar es un don y algunas películas ochentosas marcaron a varias generaciones gracias al pasito del actor de turno. El joven Patrick Swayce le sacaba viruta al piso en Dirty Dancing (1987), Kevin Bacon se revelaba en Footloose (1984) y un negro Michael Jackson daba miedo en Thriller (1983). Tres coreos obligadas en Camino al Oscar de Feliz Domingo y ahora no me vengan con Bailando por Sueno...

1 comentario:

Unknown dijo...

see, soñaba con bailar como en footloose o como Michael...
Me defiendo bastante eh! ajaj q buen recuerdo